Descripción
Carmelita chilena, vivió 19 años entre el amor de su familia, de sus amistades y el recogimiento religioso que armonizó admirablemente con lo divino y humano. En vida no transitó por las grandes aglomeraciones. Solo a su muerte, éstas comenzaron a brotar por miles ante sus milagros, curando enfermedades, atendiendo necesidades materiales y dando solución a crisis existenciales. A más de un siglo de su partida a los cielos, la naturaleza de su formación religiosa sigue creciendo sin parar.